Creciendo en la Villa Los Naranjos, con una infancia rodeada de la humildad vecinal y un amor por la cocina junto a su padre, es María Isabel Carbone (29), una joven puentealtina que superó las dificultades económicas y hoy está cumpliendo un sueño de la infancia, vivir de la gastronomía en el viejo continente. Con una vida de esfuerzo y superación, nos relata las adversidades que enfrentó para lograr estar en Europa, el cariño hacia su familia y pareja, cómo ha vivido estos meses de pandemia y cómo es ser la chef personal de Arturo Vidal, uno de los futbolistas chilenos más destacados de la historia.
- Estamos en plena pandemia, queremos saber cómo has llevado la cuarentena en Barcelona y si amigos o familiares te han contado sobre Chile
Mi familia me ha contado cómo se vive en Chile, cómo se contagia la gente, es abrumante, hay que tomar conciencia de la higiene, la responsabilidad con tu entorno, hay que tomar medidas básicas. Aquí hubo un tiempo que morían 900 personas por día, estaba todo colapsado, la gente de sanidad no tenía recursos básicos como mascarillas, batas, (…). Hay que ser responsable y darse cuenta que no es un juego el tema del virus, en España se perdió mucho negocio, la área gastronómica se vio muy afectada, muchos hoteles y bares se tuvieron que declarar en bancarrota, hay mucha cesantía, todo eso hace colapsar el sistema donde vives.
- En los últimos días se han vivido protestas por falta de alimentos en las poblaciones, ¿te has podido enterar de esa situación?
Sí, se nota el descontento social que hay en cada ciudadano, pero hay que enfocarse en que nosotros como vecinos podemos cuidarnos, no hay que bajarle el nivel de lo que podemos lograr como comunidad sin depender de un estado que siempre ha sido inoperante. Si quieres mejorar el mundo o el país donde vives, empieza por ti mismo, ayuda a la gente de tu entorno, eso genera las ganas de llevarlo a más gente, cuando entregas bondad esa se despliega igual que una pandemia, si hacemos cosas buenas por nuestras comunidad esa gente lo hará con otra gente, si todo el mundo tuviera esa idea, llegaríamos a una utopía preciosa.
Importancia del amor y lograr los sueños
- Cuéntanos un poco de tu vida en Puente Alto…
Vengo de un barrio humilde, la Villa Los Naranjos, en el 31 de Vicuña Mackenna por Gabriela. Tuve una infancia muy linda porque la gente se cuidaba mucho, eran súper amables con los otros, se prestaban cosas, ayudaban a sus vecinos económicamente, había poca delincuencia, no sé en qué momento se perdió la esencia del cuidado vecinal, del cariño al barrio, comenzó la individualidad, la rivalidad de quién tiene más cosas, siendo que en la época de nuestros abuelos se preocupaban de si el vecino tenia azúcar en su despensa.
- Es complicado no poder estar con la familia ¿Cómo lo manejas?
Hablo dos o tres veces a la semana con mi familia por WhatsApp, los echo de menos, la última vez que los ví fue en junio del año pasado cuando viajé a Chile, a pesar de que existe la tecnología es diferente cuando es físico y poder abrazar a tu gente, además de rellenarse de energía para seguir trabajando. A mi pareja la ví por última vez en marzo justo antes que se cerrara todo aquí en España por cuarentena, se fue el día 13 y el 14 declararon la alarma.
- ¿La gastronomía fue un objetivo que tuviste desde una edad prematura o viste una oportunidad de crecimiento mediante ese rubro?
Fue un objetivo desde muy niña, mi papá es muy bueno para la cocina y le pedía a él que me enseñara cuando tenía como 10 años, no conocía ni nadie me había hablado de la carrera de chef y que se podía vivir de eso, hice todo lo posible para lograr lo que quería, me costó mucho estudiar gastronomía porque no tenía los recursos económicos para cambiarme de colegio, en segundo medio iba en el Fernando de Aragón y a finales de ese año se abriría la carrera de gastronomía por lo que esperé, pero lamentablemente no se concretó el proyecto, después contactaron al San Carlos de Aragón y ellos movieron los papeles para cambiarme de colegio.
- Fuiste chef de partie, instructora en una academia y profesora, cuéntanos sobre esas experiencias
La vida todo lo da de a poco, cuando llegué al colegio tuve que entrar a trabajar por obligación, así ya veía como sería el ritmo de vida en la educación superior y eso me facilitó mucho para poder titularme del IP Chile. Partí en el Club Español cuando tenía 23 años y se abrió la posibilidad de ser instructora de gastronomía asesorando a diferentes empresas, con eso me dí cuenta que me gustaba la docencia, fue una experiencia muy grata, los alumnos me querían mucho. Siempre que uno hace las cosas hay que hacerlo con conciencia, que el tiempo invertido sea de calidad, porque ese tiempo nadie te lo devuelve y si es invertido a medias es tiempo perdido, lo ideal es que sea una buena experiencia para ti y quienes lo están recibiendo.
- Es complicado abrirse camino en la gastronomía dentro de Chile...
Ahora es un poco más fácil el rubro, pero en mi época escalar era muy difícil porque era muy machista, en especial la gente de más edad, abrirse espacios como mujer es difícil en cualquier trabajo pero ahora se está abriendo un poco más porque estamos cambiando la forma de pensar y desenvolvernos entre géneros y eso es bueno porque las mujeres hacemos el trabajo tan bien como los hombres, todos tenemos las mismas capacidades.
- Finalmente a través de esfuerzo lograste surgir y salir a Europa, ¿Es tu sueño cumplido?
Vengo de una familia humilde con problemas económicos, a los 7 años contaba que mi expectativa de vida, era viajar por todo el mundo cocinando, pero todo el mundo se reía, me decían: “Cómo tú vas a viajar si ni siquiera sales de Puente Alto, estás delirando”, y esa gente que no creyó me dio más fuerza y ganas de lograrlo. Hoy en día puedo decir que conozco mucho lugares que siempre quise visitar. Conocer Latinoamérica, salir de mi país y llegar a trabajar sola a Alemania que su idioma era totalmente desconocido para mí, fue súper fuerte, pero en ese momento me dí cuenta que podía lograr más de lo que quería a punta de esfuerzo, que independiente de las dificultades económicas, convivencia o entorno, todo depende de uno mismo.
- María Isabel no quiere dejar de lado la importancia de su relación en este éxito.
Todo este esfuerzo para llegar al lugar que estoy, fue también gracias a mi pareja Cristian, que es fundamental en el apoyo emocional e incondicional, es el coautor de todo esto. Es súper esencial tener gente que te aporte en la vida, es importante tener a alguien que te dé las ganas de seguir, que te vaya diciendo siempre mira donde estás y lo que lograste en la vida, darte energía cuando uno está agobiada, cuando estás sola, por ejemplo, encerrada en cuarentena por dos meses y que estuviera ahí para darme fuerzas y calma. Él ha sido artífice también de este logro, llevamos casi nueve años juntos.
Un nuevo mundo y vistas al futuro
Carbone lleva trabajando casi tres años con Arturo Vidal, luego de superar un concurso de trabajo en que postularon cerca de 30 personas, sin saber el país ni quién era el deportista de alto rendimiento que buscaba chef personal, nos cuenta su relación, el impacto de llegar a Alemania y sobre su futuro en la gastronomía.
Alemania fue una experiencia muy potente, me dio mucho susto ver una ciudad tan grande y diferente, su idioma fuerte, me costó romper la zona de confort, pensaba en qué me metí, pero después me di cuenta que era uno de los objetivos que siempre había soñado lograr. Mi familia decía que estaban felices y orgullosos, era la primera hija que salía del continente para trabajar y vivir esa experiencia, todo eso me da más ganas para seguir dándole.
Sobre Vidal, es un ejemplo a seguir, es tremendamente resiliente, tiene un nivel profesional alto, me enorgullece que sea chileno porque es humilde. Lo que sale en la prensa no es Arturo Vidal, él es un ejemplo para muchos jóvenes, me siento agradecida de trabajar con él, ha sido toda una experiencia. La ayuda que ofrece a los niños de su comuna, es súper generoso, a pesar de que le tiren mala onda, él no se lo toma a mal, es un ejemplo para muchos y para mí.
- Hace unas semanas Vidal marcaba récords en la máquina trotadora, ¿Cómo armas su dieta para que obtenga ese rendimiento?
Trabajé en hospitales como chef ejecutivo, entonces tenía experiencia en la rúbrica de menú porque lo hacíamos para pacientes y funcionarios, todo iba en conjunto con nutricionistas y al relacionarme con ellas durante dos años, una absorbe la mayor información para desarrollarte mejor y aplicarlo en tu trabajo. Eso me ayudó mucho para crear los menús para Arturo, lo más variado posible y adecuado al rendimiento físico que necesita, en conjunto con su entrenador personal, Juan Ramírez, trabajamos codo a codo para perfeccionar su dieta. Nuestra relación es súper buena porque Arturo es muy ameno, simpático, tener problemas con él es difícil porque es muy buena onda, el ambiente de la casa es positivo y agradable para trabajar.
- ¿Este proyecto te ayuda a definir un rumbo en la gastronomía hacia un enfoque totalmente a atletas de élite o pretendes tomar esta experiencia para desarrollarte en otra área de la gastronomía?
Vidal tiene un rendimiento excepcional, es como un monstruo, tiene mucha carrera por delante, mínimo 5 años más en Europa y con él llego hasta el final, él es mi proyecto. Cuando comencé a trabajar con Arturo me di cuenta que se puede abrir un camino para muchos jóvenes recién titulados y que quieren trabajar en el extranjero, hay una vertiente nueva dentro del campo laboral gastronómico, en la vida he tenido la posibilidad de experimentar cada área de mi profesión y ahora es un enfoque más personal, poder trabajar en Europa te enseña una realidad nueva que te abre como persona y profesional, mi objetivo es abrir camino para nuevas generaciones en este trabajo.
- ¿Vuelta a Chile?
A Chile llegaría muy ancianita, como a los 60 años, para establecerme en algún rincón del norte y ahí hacerme un local, algo con tranquilidad porque para mí la felicidad no tiene que ver con el dinero, es la tranquilidad de dónde vives. Dormir en tu cama tranquilo sin acosos mentales, eso quiero para el final de mi tiempo, el norte es un lugar con mucha paz, vivir en forma austera sería para mí maravilloso.
- Qué le dirías a los jóvenes de Puente Alto que tienen sueños dentro de una profesión y que muchas veces por dificultades o falta de apoyo, creen ver derrumbadas estas aspiraciones.
El único que te puede limitar eres tú y tus pensamientos, mi realidad es una que se ve en muchas casas, la precariedad económica por los bajos ingresos, porque siempre ha existido mucha pobreza. Nací en un hogar pobre, con muchos valores y cariño familiar, pero siempre faltó el dinero, eso te dificulta pero no te obstruye, solo coloca la carga un poco más pesada, pero esa misma experiencia te da herramientas para desarrollarte en el mundo adulto. Todas la dificultades que tuve que pasar, los vacíos de estómago con horas sin poder comer mientras trabajaba, todas esas cosas, te dan herramientas para llegar a un objetivo, decir lo hice y si puedo lograr mi primer objetivo, puedo lograr el segundo, todo depende de mí, te das cuenta de eso. Nadie te puede decir no puedes hacerlo, ni el dinero, ni donde creciste, ni donde estudiaste, todo depende de las capacidades que tengas y cómo creas en ellas, hay mucha gente talentosa pero se cree tan poco el cuento que quedan pateando piedras.